#EAMP La necesidad de las ideas y lo tortuoso del camino de su implementación
Una empresa puede no ser, a menudo, más que la materialización de una buena idea. En sí mismas, las buenas ideas son tan raras, se dan con tan poca frecuencia, que cuando surgen, su mera aparición justifica por sí sola la necesidad de “emprender” para desarrollarlas.
Es por ello que solemos atribuirles a las buenas ideas el papel central en el éxito de una empresa. Coca-Cola es una buena idea, Apple es una buena idea, Amazon es una buena idea. Sin embargo, pese a la importancia decisiva de esas ideas, sólo su desarrollo, sólo la energía y la inteligencia puestas en su implementación lograron hacer de esas ideas verdaderos hitos empresariales.
La puesta en marcha de una idea es, sin duda, el núcleo de la aventura empresarial pero también el comienzo puro de la misma; un escabroso camino de montaña, en el que no sólo hay que sortear el clima y la dureza del terreno sino también la paralizante sensación de vértigo.
Las ideas son el alma de las empresas. El proceso de materialización, su cuerpo.