Desde Proyecta hemos tenido el placer de acompañar a dos entidades de referencia, una privada y una pública, en el desarrollo de sus planes estratégicos para el próximo trienio y cuatrienio respectivamente, habiendo experimentado y sentido en nuestra piel la pasión y el entusiasmo que sus directores generales han trasladado a sus equipos desde la claridad del foco estratégico basado en su propósito, por cierto, un efecto contagioso que impulsa más si cabe el compromiso, haciendo disfrutar al equipo interno y al equipo de consultores de cada sesión de trabajo , haciendo sentir más cerca todas y cada una de las acciones del proceso de reflexión y diseño de la estrategia en sus organizaciones.
Después de haber desarrollado centenares de proyectos de planificación estratégica, parece evidente que aquellas entidades donde sus líderes trasladan claridad en su propósito, trabajar desde un prisma estratégico resulta más sencillo con sus equipos, trasladando su visión y enfoque medio-largo placista complementario a la operativa del corto plazo.
¿Qué ventajas aporta y que supone para una organización contar con un propósito claro a la hora de trabajar la estrategia?
En primer lugar, supone un reto aspiracional por encima de cualquier concepto económico y/o comercial, aspectos a priori esenciales y brújula exclusiva del éxito de muchas compañías. Permite conectar con nuestros segmentos, con la sociedad, con nuestros clientes y/o beneficiarios de los servicios de nuestra organización.
A nivel interno dice mucho en relación con el liderazgo existente en la organización, contagia el positivismo, fomenta unos valores en una cultura compartida, e impacta directamente en hacer crecer el sentimiento de pertenencia de todos los integrantes de la entidad.
El propósito orienta y hace pivotar aspectos del modelo de negocio, dando coherencia y foco a cualquier planteamiento estratégico, los pilares de la visión, las líneas estratégicas, el establecimiento de lo que la organización quiere (objetivos estratégicos) y cómo es capaz de lograrlo (planes de acción e iniciativas)
En definitiva, da respuesta a muchas de las preguntas que se pueda hacer la organización, ¿esta actuación está orientada con nuestro propósito? Si la respuesta es positiva… adelante, es el camino.
Ahora bien, ¿Medimos realmente el impacto de nuestras organizaciones en base a nuestro propósito? ¿Sabemos cuantificar cómo de cerca estamos y sobre todo cómo vamos evolucionando positivamente hacia el mismo?
Y un paso más, ¿Cómo de alineados están los propósitos individuales de cada trabajador con el propósito organizacional? ¿Lo conocemos? ¿Lo trabajamos?
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