El papel de las ideas en la empresa
Hubo quien, como Marx, relegó las ideas al rincón de pensar, convencido de que eran los intereses económicos los que movían todo. Para él, las ideas eran sólo los residuos de la estructura económica, la resultante de sus intereses.
También para Max Weber eran los intereses los que movían el mundo, pero éstos no eran sólo económicos; también eran mentales, sentimentales, religiosos o estéticos. Las ideas, para él, no eran fruto de los intereses y, aunque no fueran el motor de las acciones humanas, al menos sí que ejercían la labor del viejo guardagujas, dirigiendo a cada interés hacia una acción distinta y única.
Las ideas marcan el camino de cada acción y dirigen a los intereses hacia metas diferentes. Del mismo modo, más allá de la mera persecución de un interés económico en el vacío, en una empresa, las ideas servirán para construir la personalidad de la misma, para marcar sus diferencias con el resto, para generar un valor añadido.
Pese a las aparentes semejanzas, las empresas son diferentes en tanto en cuanto proceden de ideas diferentes que les dan sentido y que constituyen su esencia.